MENSAJE DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
AL PATRIARCA DE ANTIOQUÍA DE LOS MARONITAS
A Su Beatitud el cardenal
Nasrallah-Pierre Sfeir
Patriarca de Antioquía de los maronitas
Informado de la evolución de los acontecimientos en su país, quiero expresarle mi solidaridad e invitar a todos los cristianos a sentirse solidarios con las poblaciones que, en el sur del Líbano, temen por su futuro a causa de la situación que se ha creado en estos últimos días.
Deseo recordar a todos los responsables el grave deber que les incumbe de respetar el derecho de las personas y de los pueblos, y evitar actos que pondrían en peligro la vida de las personas y la convivencia entre las comunidades.
Pido a Dios que ilumine las mentes y los corazones, para que se ahorre a todas las poblaciones civiles nuevas matanzas y se garantice la soberanía de cada país, de manera que todos miren al futuro con serena esperanza.
Como prenda de consuelo le envío a usted, señor cardenal, la bendición apostólica, así como a todos los fieles de Cristo, implorando a Dios que derrame la abundancia de sus beneficios sobre todos los libaneses.
Vaticano, 24 de mayo de 2000